El fideicomiso es un contrato de naturaleza mercantil, en virtud del cual una persona física o moral (fideicomitente) destina bienes para la consecución de un fin licito determinado a una institución de crédito (fiduciario) con el objetivo de que realice los actos necesarios para lograr determinado fin.
De lo anterior se desprende, que los sujetos que forman parte del contrato son normalmente tres, es decir, un fideicomitente, que le hace un encargo a un fiduciario, a favor de un fideicomisario.
En términos generales, los elementos personales del fideicomiso son los siguientes:
Fideicomitente: Persona física o moral, privada o pública con la capacidad suficiente de constituir sus bienes en fideicomiso a fin de lograr un fin especifico.
Fiduciario: Institución autorizada por la Ley, designada por el fideicomitente para transmitir la titularidad de los bienes que han de servir para lograr el fin del fideicomiso.
Fideicomisario: Se trata de la persona física o moral que designa el fideicomitente para disfruta de los beneficios del fideicomiso.
El objeto del fideicomiso puede ser de cualquier naturaleza, y es una figura que se utiliza de manera frecuente tanto por familias que desean asegurar la educación de sus hijos, como por las grandes empresas que desean hacer negocios de manera segura.
Datos importantes del fideicomiso:
- No puede durar más de cincuenta años a excepción de que se trate de mantenimientos de museos de carácter científicos o artísticos sin fines de lucro.
- El fiduciario cobrará un monto por sus servicios mismos que estará descrito en el fideicomiso
- El fideicomiso que recaiga en bienes inmuebles deberá inscribirse en el Registro Público.
- Asegúrate de cerrar el trato ante notario público a fin de darle certeza y seguridad jurídica al patrimonio otorgado en fideicomiso.